lunes, 18 de agosto de 2008

Cumpleaños 193 de Don Bosco (16 de agosto)


Este pasado sábado -regresando de vacaciones- celebramos el cumpleaños de Don Bosco, 193 para ser exactos. Dicha celebración estuvo cargada de mucha alegría y salesianidad.

Nuestro seguimiento, constó de varias partes: la Oración, la ya acostumbrada dinámica y juegos, una piñata y luego se pasó a una breve reseña de Don Bosco (con refrigerio incluido) en la que se hablaba sobre pasajes de su vida.

Posteriormente la actividad constó de una charla sobre la vida de personajes que constituyen un verdadero ejemplo para la juventud y especialmente la salesiana: Santo Domingo Savio y la Beata Laura Vicuña.

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Santo Domingo Savio: Nació un 2 de abril de 1842. Hijo de una familia pobre. Era muy devoto. El día de su primera comunión redactó el famoso propósito que dice: "Prefiero morir antes que pecar". A los 12 años se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio y le recitó de memoria todo aquel capítulo. Y fue aceptado.

Cada día Domingo iba a visitar al Santísimo Sacramento en el templo, y en la santa Misa después de comulgar se quedaba como en éxtasis hablando con Nuestro Señor. Un día no fue a desayunar ni a almorzar, lo buscaron por toda la casa y lo encontraron en la iglesia, como suspendido en éxtasis. No se había dado cuenta de que ya habían pasado varias horas. Tanto le emocionaba la visita de Jesucristo en la Santa Hostia.

Un día hubo un grave desorden en clase. Domingo no participó en él, pero al llegar el profesor, los alumnos más indisciplinados le echaron la culpa de todo. El profesor lo regañó fuertemente y lo castigó. Domingo no dijo ni una verdad, el profesor le preguntó por qué no se había defendido y él respondió: "Es que Nuestro Señor tampoco se defendió cuando lo acusaron injustamente.

Otro día los alumnos lo vieron extraordinariamente serio. ¿Qué pasaba? Era que se alejaba de su colegio el más amado y santo de todos sus alumnos: Domingo Savio. Los médicos habían dicho que estaba tosiendo demasiado y que se encontraba demasiado débil para seguir estudiando, y que tenía que irse por unas semanas a descansar en su pueblo. Cada mes, en el Retiro Mensual se rezaba un Padrenuestro por aquel que habría de morir primero. Domingo les dijo a los compañeros: "el Padrenuestro de este mes será por mí". Nadie se imaginaba que iba a ser así.

Domingo Savio estaba preparado para partir hacia la eternidad. Los médicos y especialistas que San Juan Bosco contrató para que lo examinaran comentaban: "El alma de este muchacho tiene unos deseos tan grandes de irse a donde Dios, que el débil cuerpo ya no es capaz de contenerla más. Este jovencito muere de amor, de amor a Dios". Y así fue. Murió un 9 de marzo de 1857, poco antes de cumplir los 15 años.

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Beata Laura Vicuña: Nació el 5 de abril de 1891 en Santiago de Chile. Fue la primera hija del matrimonio de José Domingo Vicuña y Mercedes Pino. Su padre era militar y pertenecía a una familia de la alta sociedad chilena; su madre, en cambio, venía de un estrato social más bajo, por lo cual no fue del pleno agrado de la familia de su esposo.

A finales del siglo 19, Chile se encontraba en una guerra civil y de suceción. En uno de los bandos en disputa se ubicaba Claudio Vicuña, un pariente lejano de José Domingo, quien se postulaba a ser sucesor del presidente. Sin embargo, Vicuña no accedió al cargo y comenzó una persecución a toda la familia Vicuña, obligando a buscar rutas de exilio del país. Mercedes y sus hijas se establecieron en las proximidades de Neuquén, Argentina.

Al principio, buscó algún trabajo para poder costear los estudios de sus hijas, llegando a la estancia de Quilquihué. El dueño de esa finca era Manuel Mora. Éste no tardaría en acosar a la madre de Laura, presionándola para que la atendiera como una esposa, pero sin mediar un compromiso formal entre ambos. A cambio de ello, él costearía los estudios de sus hijas, y ellas permanecerían en la estancia.

Debido a su profunda conexión con Dios, muchas compañeras pensaban que Laura se creía superior a ellas ya que se pasaba recreos completos rezando en la capilla del colegio. A pesar de su corta edad, ya poseía una gran madurez en la vida, lo cual le permitió conocer los problemas de su madre y notó cuán alejada estaba de Dios. Esto la motivó a rezar todos los días por la conversión de su madre y que la ayudara a dejar a Manuel Mora.

Durante una de sus vacaciones escolares, Laura sufrió dos violentos ataques por parte de Manuel, quien buscaba doblegar su voluntad. Como no logró su objetivo, Manuel se negó a seguir costeando los gastos de los estudios de las niñas. Sin embargo, el colegio acogió el problema y permitieron que Laura siguiera estudiando. A pesar de esto, Laura sentía que la situación de su madre no había mejorado, sintiendo que no había hecho nada por ayudarla.

Un día, y recordando la frase de Jesús: "No hay muestra de amor más grande que dar la vida por sus amigos", Laura opta por entregar su vida a cambio de la salvación de su madre. Este ruego fue escuchado y a los pocos meses cayó enferma, empeorando su salud conforme avanzaba la enfermedad. En una visita de su madre, Mora la agredió dejándola herida en su cama. Antes de morir, Laura le pide a su madre:

Muero, yo misma se lo pedí a Jesús, hace dos años que ofrecí mi vida por ti, para pedir la gracia de tu conversión, Mamá, antes de morir ¿tendré la dicha de verte arrepentida?.

Doña Mercedes, con los ojos empapados por el llanto, le responde diciendo:

Te juro, que haré lo que me pides, ¡Dios es testigo de mi promesa!.

Finalmente, Laura, sonríe y dice a su madre:

¡Gracias, Jesús!, ¡Gracias, María!, ¡Adiós, Mamá!, ¡Ahora muero contenta!".

Laura murió un 22 de enero de 1904, quien entregó su vida para la conversión de su madre.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Mucha alegria se vivio el sabado pasado en el seguimiento de Ene, por estar celebrando el cumpleaños de San Juan Bosco. Muchas Felicidades a todos los que nos sentimos parte de la familia Salesiana de Don Bosco, a los niños que forman parte de nuestro grupo ENE, y a todos los que se sienten identificados con este carisma tan especial!

Saludos a todos y bendiciones de nuestra Madre Maria Auxiliadora!

Gaby Padilla

Unknown dijo...

Es una gran alegria haber podido celebrar el cumpleaños 193 de San Juan Bosco, la pasamos realmente bien, nos entretuvimos mucho, gozamos y alabamos al Señor, a nuestra original y peculiar forma. Agradecimientos especiales a todos aquellos q estan comprometidos con ENE y miles de bendiciones para todos esos niños especiales q nos hacen seguir luchando
Mis mejores deseos hoy y siempre
Los quiere
Vivi de Cabrera